[PABLO NERUDA]

El proyecto parte de lo esencial: techos altos, luz natural que recorre los espacios a lo largo del día y una paleta clara que amplifica la sensación de calma.


Los materiales hablan en voz baja madera clara, muros neutros, textiles suaves y construyen una atmósfera cálida, sencilla y luminosa.
Cada espacio se conecta de forma orgánica, sin rigidez, pensado para habitarse con ligereza y continuidad.
Es una casa que se siente abierta, amable, donde cada rincón invita a quedarse un poco más.

FOTOGRAFIA:

Marian Morfin // @eyesofmemo

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